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Seguir comprandoVivimos en un mundo muy atareado en el que siempre estamos corriendo. Ya sea solos en el tráfico o en la casa con nuestra familia, nuestra mente está activa todo el tiempo. En esta época, parece que el trabajo y nuestras obligaciones en ocasiones no nos dejan espacio para nosotros mismos.
¿Cómo podemos parar un momento y disfrutar de las pequeñas cosas que se nos presentan cada minuto? La respuesta es simple: con meditación. Es la práctica de prestar atención a los instantes de cada día y experimentarlos de manera presente. Existen muchas maneras para ayudarnos a ser más mindful. Aunque cada una de ellas necesita de esfuerzo y atención, son tareas que a veces hacemos sin darnos cuenta. ¡La idea es que las hagamos cada vez de una forma más consciente!
Aquí te dejamos 5 tips para acostumbrarte a estar más presente en tu día a día.
Pon atención a tu respiración. Pregúntate qué tan profunda es o cuál es su temperatura. Cuando nos sentimos estresados o nerviosos, nuestra respiración tiende a agitarse. Concentrarnos en cómo respiramos nos calma de manera casi automática. Respirar es una acción que hacemos involuntariamente y, cuando nos enfocamos en ello, estamos agradeciéndole a nuestros pulmones por darnos aire y, a la vez, transmitirnos calma.
Muchas veces desaprovechamos nuestros sentidos. Los damos por hecho y se convierten en acciones prácticamente automáticas. Procura sentir la textura de cada objeto: cuando estés descalza, siente el suelo; cuando toques alguna planta, percibe su frescura; cuando pruebes algún postre, embriágate con su dulzura. En esos instantes, no pienses en otra cosa. ¡La idea es que sólo te tomes tu tiempo para disfrutar!
Aunque al principio te cueste trabajo, esta actividad puede ser muy fácil una vez que se convierte en un hábito. Cuando estés haciendo cualquier cosa, menciona en voz alta la acción que estás llevando a cabo. Por ejemplo: si te estás bañando, di en voz alta: “me estoy bañando”. Nuestra rutina puede ser repetitiva y puede volverse automática. Realizamos nuestras tareas sin tener cada acción en mente. Esto nos ayudará a poner atención a lo que hacemos todos los días y valorarlo, aunque sea rutinario.
Date cinco minutos al día para observarte. Siente si tu cuerpo está tenso o no, si tu mandíbula está apretada, o si tus dedos están nerviosos. Cada cosa que llegues a observar, repítela en tu mente o en voz alta. Esta actividad nos puede servir para conocernos mejor en situaciones específicas o conocer detalles de nosotros mismos que no habíamos tomado en cuenta antes. Puedes escribir palabras al aire o notas de las sensaciones que percibiste en ti.
A medio día o antes de dormir, tómate un rato para estirarte. Además de ser un buen ejercicio, también puede ayudarnos a estar atentos. Enfócate en cada estiramiento y sensación que puedas llegar a experimentar. Verás cómo este ejercicio te relaja. Y una vez que retomes la actividad que estabas haciendo, te sentirás más concentrada y descansada.
La idea es que incluyamos estas actividades en nuestra rutina diaria. Al principio te será difícil pero, cambiando ciertas cosas, poco a poco crearás nuevos hábitos rituales que te harán disfrutar un poco más tus momentos cotidianos.
La joyería puede ser un excelente aliado para ser más mindful. Por ejemplo: puedes incluir algún accesorio que te recuerde tu libertad, valentía y fuerza interior en todo momento, o bien portar un complemento que combine con tus energías positivas.
Existen muchas más actividades que puedes descubrir para tener la práctica de mindfulness como parte de tu vida. ¡No tengas miedo de probar cosas nuevas y disfrutar de la vida con mayor profundidad!